jueves, 3 de septiembre de 2009

La mirada de mi fiel vampiro. Primera Parte

La sangre que brotaba por mi corazón, atraía miles de seres buscando saciar su ansiedad, pero, uno era distinto al resto, su mirada cambiaba mi intranquilidad, lograba llevarme a otro mundo con sólo presenciar ese reflejo de sus ojos.


Se acercó a mi, siempre fijando su mirada en mis ojos, mientras en su recorrido iba espantando a todos los seres que me rodeaban, se posó frente a mi, cediéndome su mano con una tierna sonrisa, donde pude reflejar con certeza que tipo de "ser" era.


Su mano era fría, pero, provocaba en mí un cálido sentir, desarrollando extrañas emociones difíciles de explicar. Deseaba que tomara mi mano sin que me soltara, deseaba abrazar su cuerpo sin alejarme... sin conocerlo, despertó en mi los sentimientos más eternos que jamás había sentido.

Me encontraba paralizada, sientiendo la aceleración de mi corazón, hasta que él soltó mi mano preguntando por qué estaba sumergida en un abismo, pedí que repitiera la pregunta, estaba tan nerviosa por las mariposas que volaban dentro de mi, que no lograba asumir la realidad en que estaba.


Soltó una risa suave, y volvió a repetir la pregunta, agregando: "tengo todo el tiempo disponible para escuchar lo que tu corazón siente"... después de aquellas palabras, más los nerviosismos se presenciaban... era algo tonto, ya que, era la primera vez que hablaba con él, pero, también era la primera vez que sentía amor.


Comencé a contar mi historia, mientras él escuchaba atentamente mirándome fijo. "Todo comenzó cuando yo era muy pequeña, soñaba con cuentos de hadas, donde era una linda princesa cabalgando en un hermoso unicornio... la inocencia de niña que luego vi rota. Pase años preguntándome el ¿Por qué? de mi existencia, el engaño, las desiluciones, de las personas que más amaba me acortaban mi vida, cada segundo que pasaba era tiempo perdido... llegó un punto que localicé mi mundo... lo llamé extrema oscuridad, porque sólo eso necesitaba, oscuridad, para no ver nada, para no sentir nada, aislarme de la realidad, y de la magnitud del daño... pero, aún así no me daba cuenta que la soledad se hacía cada vez más presente, quise escapar, pero, no podía correr... quise gritar, pero no tenía voz... quise un abrazo, pero estaba sola... la desesperación me llevo a clavar la daga en mi corazón sin importar mi destino, así fue como me encontraste... ".

Cuando acabé la síntesis de su pregunta, me tomó las dos manos, y me dijo: "La soledad no es buena, mi condición hace que sea temido por muchos, querido por nadie, mi frialdad al tener que matar por conseguir satisfacer mi necesidad de alimentación, es una carga que llevo desde el momento en que decidí ser vampiro... La oscuridad te lleva, es verdad, es hermosa y no lo niego, te ayuda a ocultar las cosas más profundas que no deseas que nadie se entere que existen... pero, llega un punto en que desearía que aunque sea una sola persona me quisiera como yo a ella, y cuando te vi, me vi a mi hace 1000 años atrás, con repudio a la existencia, una desición apresurada, pedía a gritos que me llevaran a la eternidad de una muerte que tendría la consecuencia que te mencionaba anteriormente... te vi y sentí algo extraño, tus ojos me provocaban ansias de tenerte entre mis brazos, y el deber de protegerte se hacía mas fuerte cada vez que más me acercaba a ti... y escuchar tus palabras más me hizo sentir la extrañeza de un sentimiento que jamás nombré en mi existencia como vivo, y menos como un eterno ser con carácter fúnebre..."

Sus palabras hicieron temblar mi cuerpo, y mi corazón comenzaba a latir nuevamente, como si la vida volviera a nacer en mi interior... lentamente fui buscando sus labios, el nerviosismo crecía a cada segundo, mientras mis labios temblorosos querían sentir el beso de aquel ser que me había enamorado con una sola mirada... acercándome lentamente, quedando frente a frente, nariz con nariz, sin decir nada, me arriesgue a besarlo... lo inexplicable de sentir unos labios fríos, pero un cálido beso... era aún más hermoso sentir su corazón reviviendo... el vampiro sonrió... brindándome un alivio a la tristeza que nadie nunca pudo quitar.


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