miércoles, 22 de junio de 2011

La princesa y el Caballero.

El Dulce Caballero que alguna vez soñé, y pude tener su fragancia junto a mi, el suave aroma de valentía que recorría por sus venas, Aquél se despedía de mi para emprender un viaje sin regreso.

Anidé mis ganas de llorar, de gritar, en aquel bosque que refugió cada uno de mis sentidos, dónde los árboles con el sonido propio de sus ramas al compás del viento abrazaban mi cuerpo.

Era una princesa que pronto tomaría el trono que heredaría de su familia, pero, de qué valía tal riqueza, si mi corazón se destruía por el adiós del amor de mi vida.

Risas, festejos, era común en el palacio del reino, mientras mi mirada no reflejaba más que un dolor inmenso.

Corrí, sin parar, nuevamente al bosque donde en alguna oportunidad sonreía al tener conmigo al Caballero que enamoraba mis sentidos, busqué y busqué sin encontrar rastro alguno de su corcel, caía el sol, y mi agonía se hacía cada vez más presente, la esperanza moría al igual que cada latido.

Llegué al lugar donde por primera vez mis labios tocaban los suyos, donde el mundo real se mantenía en la magia de un beso, pero hoy la realidad era distinta, cansada de tanto andar, y con un nudo en la garganta asfixiando mi hablar, terminé mi búsqueda, acostada mirando el cielo, con una sola pregunta en mi cabeza... ¿Por qué?, cerraba mis ojos, sin pedir más.

Los días pasaban, suponía que el Reino me buscaba por los ruidos y gritos del pueblo que me traía consigo el viento, no deseaba nada más que desaparecer en un instante, no volver a despertar, y encontrarme con Él en el sueño eterno, no pedía más.

Amaneceres, Anocheceres, se hacían parte de la rutina que veía siempre, ya cansada de abrir mis ojos, decidí no seguir más, caminé con una lagrima en mi mejilla hacía el monte más alto, mire hacia abajo, seguía con el vestido que mantuve la primera vez que le sonreí, mire al cielo, y sólo pedí que cuidara de Él, cerré mis ojos, impulsando el vuelo, pero, una fuerte mano tomo mi brazo, di la vuelta, lo miré y no pude aguantar las ganas de abrazar su cuerpo, y embriagarme de su aroma, y con un sólo gesto, supe que se quedaría para siempre, sellando esta historia con el último beso.

lunes, 5 de julio de 2010

MI VIDA : EVERTON

Para algunos el amor es una expresión que va naciendo a medida del tiempo, para otros es una extraña sensación que se produce en el minuto exacto cuando ves a la persona especial.

Pero el amor que siento yo, se transforma en algo más especial, algo que sin tener una explicación concreta es lo que logra hacerme feliz puramente, es el amor que viene dentro de mi corazón antes de nacer y sin un fin determinado, ese amor que pocos entienden, y tildan de loco, que sólo lo comprende aquél que de verdad logra compartir el mismo sentimiento que tú, resumiendo todo en una sola y gran palabra: EVERTON.

Son 19 años de mi vida que se los he dedicado a esa razón de la alegría que siente mi alma con sólo pronunciar su nombre.

Es tan inexplicable cada emoción que se va generando cada vez que te veo, eres más que un equipo de fútbol que pelea por títulos en un campeonato, para muchos eres una familia conformada por cada persona que entrega el amor fiel a ti, cada jugador que a pesar del marcador, vaya ganando o perdiendo, deja todo el corazón en la cancha defendiendo los colores que pintan la vida de muchos.

Recuerdo cada momento que viví en el estadio que me vio crecer, convertirme de niña a mujer.
Cada instante lo llevo conmigo, cuando con sólo 3 años, te miraba jugar, enamorándome de esos colores AZUL Y AMARILLO. Sin entender el fin de cada partido, sin saber hablar con perfección, te alentaba con un "EVERTON", llegaba cada domingo con mi bandera amarrada al cuello, con la única intención de verte.

Fueron años que mi TE AMO hacia ti crecía más y más, cuando te veía en segunda división, cuando te veía subir a primera, cuando te vi jugar contra Magallanes, cambios de dirigentes, cambios de jugadores, algunos quedaron, otros no vale la pena recordar, pero, ahí estuve, entregando el apoyo incondicional que hasta el día de hoy te brindo.

Te vi un 2008 levantar una copa frente a toda esa gente que te vio luchar siempre, casi cayendo a segunda, y en la gloria del festejo de salir campeón. Lagrimas de felicidad brotaron, de ver como se premiaba el esfuerzo, la garra, la hinchada. Las copas pasan, pero tú, mi querido EVERTON, quedas por todo lo que provocas en cada persona que te ha prometido fidelidad.

Eres el amor que jamás dejaré, aunque el resto no entienda el sentimiento que llevo dentro, mi vida sigues siendo tú, si no existieras simplemente no vivo.

viernes, 12 de marzo de 2010

la mirada que jamás olvidé ♥

La noche era tranquila, me desafiaba a una búsqueda más intensa, el aroma de la sangre se hacía cada vez más fuerte, sin pensar que aquella sangre que me atraía tanto, iba a ser de la persona que más había amado en mi vida de mortal.

Así fue, se encontraba tirado en una plaza con una botella en su mano, casi inconsciente. Volé hacia él con el único fin "matar para saciar mi sed", con delicadeza tomé su cuello y en ese mismo instante abrió sus ojos congelando mi instinto. Era la mirada intacta que un día amé; algo extraño pasaba en mi, no pude matarlo, era yo victima de su mirar.

Pronunció mi nombre con esfuerzo, aún estaba medio inconsciente, no supe que hacer, sólo desaparecí, volando rápidamente hasta llegar a mi refugio.

Me senté un rato a recordar después de tal encuentro lo que había sucedido, no tenía corazón pero si una caja de memorias...

Cuando era pequeña siempre había soñado con un príncipe azul, eran sueños constantes de un niño que con el tiempo iba protegiendo mi corazón, no sabía quién era, hasta que apareció en mi vida. Su nombre era Matt, era un niño que con sólo fijar sus ojos en mi, hacia temblar todo mi cuerpo cambiando el ritmo de mi corazón.

Mientras el tiempo pasaba la amistad iba creciendo en el sentido más perfecto, llegando al punto donde los sentimientos se fueron entrelazando, un inocente te quiero se transformaba en un dulce te amo que llenaba mi alma tan inexplicablemente, ambos tan felices hasta que mi vida cambió.

Era una noche normal, me iba a encontrar con él, era una fecha especial, se cumplía un mes desde el primer te amo. Decidí llegar antes al encuentro, para preparar un te amo con pétalos de rosas.

Pasaron los minutos y la oscuridad era cada vez más intensa, comencé a sentir un frío que abrazaba hasta mi ultimo sentido, se acercaba con tanta rapidez y agilidad, el ser que le quitó la vida a mi corazón, intenté correr pero caí tan bruscamente, ver mi sangre correr por su boca, despidiéndome así de todo lo que me rodeaba, y de lo más importante, el amor.

Así me convertí en lo que soy hoy, un ser que necesita saciar su sed con la gota de sangre tibia de las personas, el ser que mata sin remordimiento alguno, pero que en su ultima caza, su sentido vampírico se vio bloqueado por la mirada que un día me enamoró.

Por primera vez en años, sentía mi corazón latir, y mi mirada se nublaba mientras una gota de sangre rodaba por ella, tan débil, tan incapaz de volver a recuperar lo perdido, pero, era inútil, mi condición era la negación a toda posibilidad de estar con él.

Pensé y pensé, en que debía hacer, mientras mi corazón perturbaba mi razón. Decidí viajar hasta encontrarlo y explicar cada detalle de aquella noche, sabía que corría el riesgo de caer en pedazos al sentir su odio contra mi, pero, la verdad era más fuerte.

Volé con dirección a él, a los segundos podía percibir su aroma con un toque extraño de dolor, mi corazón palpitaba cada vez más fuerte, no era la sensación de odio que esperaba, era la sensación que dejaba en mi una victima después de haberla asesinado.

Mi respiración comenzaba a acelerarse, lo inesperado estaba muy cerca, mi mirada se paralizo al ver al hombre que yo amaba muerto, sin una gota de sangre en su cuerpo, había sido víctima de otros vampiros que sólo buscaban calmar su sed.

En años no derramaba una lágrima, pero, mi corazón sangraba, mi alma decaía. Abrazada a su cuerpo sin vida, besando sus labios fríos como el viento que abrazaba mi sufrimiento, esperando el amanecer reposando sobre su pecho, sin pensar en la vida eterna, con el deseo más profundo de convertir en cenizas el ser que tanto me amarró al anochecer, deseaba morir junto a él, no quedaba nada por que vivir, y así, aferrada a él, me despedía del despertar eterno.










viernes, 5 de marzo de 2010

El último capítulo de mi existir.

Sentada en la torre más alta, con la mirada perturbada.
Sintiendo hasta el miedo más profundo.
La vida comenzaba a derramarse, mientras perdía todos mis sentidos.

El día se asomaba, pero, ya era tarde, no existía remedio para tal sufrimiento.
Cadenas de lagrimas formaban un sin fin de emociones, las horas continuaban, pero, el corazón retrocedía tan rápidamente.
Sentía que mi corazón se desvanecía al mismo ritmo con el que mi mirada se fugaba.
Los últimos suspiros de mi alma se escuchaban hasta el final del río cristalino de lagrimas.

Era claro, poco a poco dejaba de existir, al igual que el hermoso atardecer que un día vi desvanecer.

Con el tacto de mis manos fui despidiendo cada instante que iba sobrando,
Olvidando el entorno, fui navegando hacia el mundo que tantas veces cobijó mi llegada,
Que tantas veces abrazó mi soledad llevándome así a la tranquilidad momentánea.

Mi presencia ya no estará, dejando a la poesía de mis pensamientos permaneciendo en el tiempo.



sábado, 16 de enero de 2010

Miedo

El frío recorre cada espacio en mi corazón,
se hiela cada resto de felicidad,
el momento va indicando
que la soledad se va apoderando de mi,
dejando mi alma sin respirar.

Pasan las horas y mi voz es fugaz,
mis pensamientos no son nada,
mis labios buscan el abrigo de un beso,
mientras mis sentidos se refugian en la oscuridad.

Mis manos tratan de ocultar mis ojos,
para evitar demostrar el sufrimiento que hay en mi interior,
para evitar cada palabra que dan a entender
cuando mi mirada se fija en alguien.

Un frágil sentir va tomando lugar en el espacio que ocupo,
queriendo traspasar las puertas de mi corazón,
el Miedo congelando mis fortalezas,
aniquilando mis deseos,
dejando mi mirada en una tormenta inacabable,
dejando mi cara en un retrato antiguo
sepultando mi último respiro de vida.

viernes, 20 de noviembre de 2009

"No quiero ser dañada"

No quiero ser dañada
Menos por algo que llaman amor
Quiero navegar por la tranquilidad
No por un mar abismal
Quiero escuchar mi corazón
Fácilmente sonreír
Dejar los temores a un lado
vivir la soledad con alegría
Soñaré que subo a un unicornio
Que lleva mi destino
A ese fantástico mundo
Que sólo encuentras en tu imaginación
El miedo a ser dañada
Desaparecerá con cada lágrima que se va
Dejando mi corazón limpio
De cada malestar
No quiero ser dañada
No quiero seguir derramando
un río de dolor
a través de mis ojos
Confundida con lo que desean mis labios
Un beso o un respiro desde el interior
Un momento especial con mi alma
O un segundo de irrealidad
Dijeron alguna vez
que deseaban proteger
cada instante de mi vida
pero sólo fueron palabras
Dijeron que sería fácil
escuchar mi corazón
pero hoy es lo más difícil
que se presenta en mi día a día
dijeron que se perdían
en mi mirada
y jamás pudieron ver por sí mismos
en el abismo que me encontraba
dijeron que la alegría
estaba en el amor
mientras se rompía mi corazón
por aquella palabra
Simplemente no quiero ser dañada.
Viernes 20 de Noviembre 2009
Daniela Gallardo C.

sábado, 24 de octubre de 2009

Tomame lentamente
hasta llevarme
por el tibio calor
de tus manos

Conoce
el sentido de mi mirada
hasta decifrar
su más profundo deseo

Intoxícame
con el rose de tus labios
hasta dejar mi corazón
en su último suspiro

Siente
los latidos de mi interior
sin tocar mi pecho
sólo con la delicadeza
de mi mirada

Invade mi vida
sin decir un adiós
dejando así tu presencia
por siempre junto a mi

Rescata mi corazón
guardándolo para siempre
en tu interior
hasta que la vida
decida apagar su resplandor.